La Navidad de la Tierra

26 de diciembre de 2014

Aquí os traigo el relato del proyecto NaviBlogger de Reivindicando Blogger. Os aviso de que es un poco raro y no sé en que pensaba cuando lo escribía pero espero que os guste y ya de paso leáis al resto de participantes que podréis encontrar en el enlace que os acabo de dejar. ¡Feliz Navidad!


La música se mezclaba con el frío. Las voces de los niños vibraban en el aire y las risas de los adultos iban de un lugar a otro. Todo aquello era frenético. No comprendía porque la gente corría de un lado para otro comprando objetos y prendas cómo si se fuera a terminar el mundo. Pero de todo, lo que más le llamaba la atención era que los envolvían en papeles de colores. En un momento dado había visto a un niño abrir un paquete y poner cara de sorpresa. No terminaba de comprender por qué en aquel momento y porque se emocionaba por algo que posiblemente no volvería a usar.

Hacía casi un año que había llegado a la Tierra y le estaba fascinando aquella mezcla de colores y luces llamada Navidad. Lo que no entendía era la excusa para hacer la fiesta ni tampoco que las familias necesitasen esas fechas puestas para ser empujadas a visitar a su querida familia. Ella siempre había visitado a su familia en su planeta natal en cuanto había podido. Nunca había necesitado excusa. Para ella ver a los humanos así era cómo alguien que necesita un permiso especial para poder visitar un lugar.

No me he olvidado del blog

19 de noviembre de 2014

Me pasaba por aquí por que me acabo de dar cuenta que he desaparecido sin más. No me he olvidado lo que pasa que entre deberes, trabajos, exámenes y clases de inglés no tengo casi tiempo y el poco que tengo es para leer y avanzar en Jaque Mate. De vez en cuando os colgaré aquí capítulos de Jaque Mate para alcanzar los poquitos que llevo en wattpad y así podáis darme vuestra más sincera opinión. No termino los exámenes hasta mediados de diciembre pero mientras tanto este mes os iré dejando capítulos de Jaque Mate para ir al día y a la vez qué en mi cuenta de wattpad.

Siento esta pequeña desaparición y ya os digo que cuando tenga tiempo voy a tener ganas de escribir y alguna que otra idea que se me ha ocurrido últimamente.

Un fuerte abrazo lleno de letras,
María.

¡Hasta siempre Neminis Terra!

26 de octubre de 2014

Todos recordamos la sensación que se siente al embarcarse en un proyecto del que no sabes absolutamente nada, nada más que lo que averiguaste preguntando. Esa inseguridad de si sabremos que hay que hacer, si lo haremos bien, si alguien nos leerá. También la timidez que sientes entre la gente que participa, aunque a algunos los conozcas de tiempo atrás. Cuando esto pasa, cuando empiezas a sentirte a gusto con esas personas tan semejantes a ti y a la vez tan diferentes, abiertas y simpáticas, te das cuenta de que el proyecto llega a su fin. Y el día en que las puertas se cierran miras virtualmente a la gente con la que te has reencontrado, tras tiempo sin hablar y sonríes. Miras a las personas que no conocías y con las que te has pasado hablando dos meses por el móvil y sonríes con más fuerza. Y te das cuenta, sin duda alguna, que lo único que os separa a todos son los kilometros porque ahora hay algo que os une. Se llama Neminis Terra y aunque ha terminado es cómo un lazo que une a todos los que os habéis atrevido a reinar sobre vuestros relatos. Hoy se han cerrado las puertas de Neminis Terra, sí, pero dentro de poco se abrirán nuevas puertas y la luz de los nuevos proyectos bañará nuestras mentes, abrirá de nuevo nuestras ventanas a la inspiración y juntos caminaremos hacia un nuevo mundo. ¿Qué seremos esta vez de nuestros relatos? ¿Constructores? ¿Pintores? ¿Científicos? ¿Niños? ¿Mendigos? ¿Adónde nos conducirán los proyectos que se avecinan?

Con este pequeño texto quiero agradecer a Emily, a Garonne y a Étincelle por haber ideado Reivindicado Blogger y sobre todo por habernos dado esta gran oportunidad de participar en este maravilloso proyecto. Si nosotros hemos sido los reyes de nuestro relato ellos han sido los pilares del proyecto. Han tenido una paciencia extraordinaria, han soportado los hasta 1000 mensajes por día en whatsapp y sobre todo, han conseguido llevar adelante este barco hacia su puerto. No sabéis hasta que punto me alegro de haberle preguntado a Emily aquel día de verano sobre el proyecto y de haber participado. Creo que ya he expresado bien todo en el párrafo anterior y que ya he dicho lo contenta que estoy de haber conocido a personas tan maravillosas. En Navidades me daré un maratón con los relatos que me quedan y ya estoy deseandolo. 

¡Hasta siempre Neminis Terra!
¿A qué esperáis para leer el legado de Neminis Terra?

REYES DE NEMINIS TERRA
Angellica L'arc en Ciel http://angellicasplace.blogspot.com.es/

La sangre de una Svallian. Neminis Terra.

7 de octubre de 2014

Y aquí vengo yo hoy a dejaros el relato del proyecto Neminis Terra. Entrad a la web del proyecto, donde se harán más cosas de estas, y leed los relatos que hay ya publicados. No os arrepentiréis. Espero el mío os guste y ya sabéis cualquier sugerencia para que mejore es bienvenida. Y por último quiero agradecer a los administradores, que tantas han aguantado, esta oportunidad y el magnífico proyecto. Y ya dejo de irme por las ramas.


Reivindicando Blogger
REIVINDICANDO BLOGGER: NEMINIS TERRA
 
 La sangre de una Svallian


No podía imaginar la jugada qué me deparaba el destino, ni tampoco el precio que iba a pagar por ser una Jinai Mensei. Aun sabiéndolo creo que huir no hubiera sido lo primero que se hubiera pasado por mi cabeza. Los Svallian no huyen y yo pertenezco a ellos. 

Mi nombre es Heline Svallian, pertenezco a la línea de sangre de los Svallian, familia noble y poderosa cuyo lema es ‘El Deber de la sangre, la sed de Justicia’. En la familia todos somos guerreros, bueno, la mayoría, siempre tiene que haber alguien en política. Yo no era una simple guerrera. Era un Jinai Mensei, también denominada Jinete Mensajera. Y la historia que viene a continuación es la historia de cómo morí, de cómo me perdí en la bruma de los olvidados y cómo por mi culpa habría de desencadenarse la guerra en las tierras de Raisinia.

Hijas del bosque

5 de octubre de 2014

El frío entraba entre las rendijas y se colaba por cada grieta de la cabaña. No resistiríamos demasiado tiempo y sin embargo debíamos hacerlo. Huíamos del pasado y de todos nuestros recuerdos. Y sin embargo, allí jamás nos encontrarían. Allí podíamos volvernos locas sin que nadie se diese cuenta. Kara estaba acurrucada junto a mí aferrándose a la manta que se había llevado consigo. Era tan pequeña que dolía pensar todo lo que habíamos pasado hasta encontrar un techo. Aunque ese techo estuviese a punto de caerse. Desde donde estábamos sentadas veíamos el paisaje que se expandía desde las ventanas. Altas montañas que sólo con verlas nos helaban los huesos. Nadie nos encontraría, por lo menos nadie humano. ¿Qué era aquello? ¿Una pesadilla? ¿Un simple sueño? ¿O era real? Eso es lo que más se clavaba en mi corazón, que fuera horriblemente real.

Recordaba lo que mi pequeña hermana y yo habíamos visto. Ella no era del todo consciente pero si lo suficiente para llorar y comprender que nada volvería a ser como antes. Pero en cuanto vi lo sucedido recordé las historias de madre para mandarnos a dormir. Fue en ese momento en el qué supe que los monstruos existen más allá de las pesadillas.

No se juega con el tiempo

11 de septiembre de 2014

Más de una vez he pasado por aquella sala del museo. Aquella sala que tan amargo recuerdo me trae. En el centro de la sala hay un cuadro y en él, el retrato de una mujer sentada., con las manos en el regazo y la cabeza alta. Su vestimenta es sin duda es victoriana igual que el hombre que posa su mano en el hombro de la mujer. Los dos miran al frente.

Ese debía haber sido yo. No me refiero a estar en esa escena. Yo debía estar con esa bella dama. Yo crecí con ella y el propio tiempo me la arrebato. Un accidente. Recuerdo cómo la vi caer en aquel portal. La vi caer a través de los cristales del laboratorio en el que trabajamos. Aquel había sido el precio por haber conseguido crear una puerta temporal. No se puede jugar con el tiempo. No podemos creernos dioses.

Por eso me sonaba la dama del cuadro cuando vine con ella a visitar el museo. Incluso desde la pintura me aviso y no pude salvarla. No fui lo suficiente rápido. Tarde días en recordar el cuadro, muchos. Me volvía loco pensando que estaría perdida en cualquier época, en cualquier lugar, e incluso llegué a pensar que estaba muerta. Y de repente lo recordé. Fue cómo un jarro de agua helada, fue un duro golpe. Y fue peor cuando lo vi la primera vez tras su desaparición. Era una verdad dolorosa. A pesar de todo, ella había seguido adelante en el pasado, había logrado vivir una vida y parecía realmente buena. Creo sin duda qué lo qué más me dolió fue pensar que podía haberme olvidado y mi lado egoísta odiaba a aquel hombre que estaba a su lado. Era de locos. Odiaba a una persona que ya había muerto hace mucho tiempo.

No se juega con el tiempo. No somos dioses. Espero que fuera feliz, parece que encontró una familia. Al lado contrario del hombre un niño de unos doce años apoya su mano en el otro hombro de la mujer. Miro su rostro. Su boca se curva en una sonrisa. Pero el pintor captó la tristeza de sus ojos. Puede que sólo sea una paranoia mía. Puede que ella no sea esa dama aunque su rostro sea el mismo pero curtido con los años. Quizás el pintor se equivocó o yo he visto mal, quizás fuera feliz y encontrara su lugar en el mundo. O no. No me creo que aquella vida victoriana pudiera hacerla feliz. Mejor dicho, no quiero creerlo.

Ya nada importa. El viento se la llevo y yo me quede anclado al presente pensando en alguien que ya estaba muerto en el instante en que la perdí. Me aterra la idea que cuando estaba aquí pudiera estar ya muerta en el pasado. Esto es una locura. Me voy a volver completamente loco. 

Verdugos de la vida

25 de agosto de 2014

Recuerdo su rostro aquel día, era cómo el de una muñeca de porcelana, estaba blanco, frío y parecía como si en cualquier momento fuera a romperse, era una bonita muñeca rota pero con el rostro intacto. No se tiene verdadero terror hasta que no ves a la muerte en las vacías pupilas de una persona que sabes que se ha roto para siempre. Sinceramente, ella no era una buena persona, en aquel momento ya no lo era. Pero no merecía morir así, no merecía irse de este mundo sin ser juzgada por la verdadera justicia. Fuimos duros con ella, la vida fue dura con ella, ella misma acabo siendo dura con ella. Y al final fue cruel. 

Todos, en algún momento, tras conocer su verdadero rostro, hemos sentido asco, odio, la hemos repudiado o la hemos ignorado, o todo a la vez. Y todo porqué ella había hecho pedazos nuestros corazones. Jugaba con la gente porque era lo único que se le daba bien. Era su defensa contra el mundo y hoy creo, cómo siempre creeré, que hasta el final no se dió cuenta realmente de lo terrorífica qué era ni del daño que había causado. Cómo se le diría a un niño pequeño, era una persona mala, una persona a la que no debías acercarte. Hasta ahora no lo había pensado. 

Proyecto Neminis Terra

22 de agosto de 2014

Estoy participando en un proyecto para blogs minorizados. Consiste en escribir un relato en un mundo que salga de nuestra propia imaginación, es decir, puramente ficticio. A partir del uno de septiembre y en orden los participantes iremos subiendo nuestros relatos a nuestros blogs.

El objetivo del blog y de esta iniciativa es que se realcen los blogs con pocos seguidores, seguidores fantasmas y que se sienten echados de lado. Sinceramente es un tema preocupante, en blogger ahora hay gente con un blog de poco tiempo y muchos seguidores y otras personas con un blog (es mi caso pero no con este blog que es reciente si no con el otro) que a pesar de llevar ya casi dos, tres, cuatro e incluso más años tiene pocos seguidores. Eso sí, no me refiero a seguidores fantasma, para eso prefiero tener dos que lean y comenten a un montón. Me refiero a que no siempre el esfuerzo de los bloggeros viene seguido de su recompensa, que te lean, comenten y te saquen esa sonrisa que nos gusta tanto. Lo digo tal cual, hay blogs que lo han conseguido con esfuerzo y lo merecen y sin querer causar ningún tipo de malentendido diré que hay otros que no y que tapan a bloggeros que realmente quieren ofrecernos historias, opiniones y entradas interesantes. No sé si me explico. Si estáis en esta situación y os sentís identificados apoyad los proyectos del blog, tanto el que esta cómo los que vengan. Todos debemos ayudarnos y esta es una buena forma.


Podéis seguir nuestros avances a través de #NeminisTerra por Twitter, en el facebook de Neminis Terra o en el blog Reivindicando Blogger

La inscripción ya terminó pero os ánimo a pasaros y a conocer a los participantes y visitar sus blogs. Es tan divertido ver como vamos trabajando y lo que colgamos como escribir el relato y crear el mundo. Os voy a dejar la lista de participantes con sus blogs y también los administradores.

ADMINISTRADORES

Emily Broken Rose
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Garonne


Étincelle

PARTICIPANTES

Aki Shawol

Ana Lilium

Angellica L'Arc en Ciel 

Aruma Hell 

El loco cósmico

Eternal Fighter

Javy Dreamer

Katia Vanclaise

Kiare

Little Monster

LMDreamer
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Misora Arosim

Miss Darcy

Nova Grosvenor

Rebeca

Sam Umi Kuchiki 

Srta. Wolf

The Crazy Writter

Por último y como cierre a esta entrada quiero agradecer a los administradores del proyecto su esfuerzo y su ayuda. También pediros que reflexionéis sobre lo que pretendemos y que nos apoyéis. 

Visiones

12 de agosto de 2014

Tengo un nuevo proyecto entre manos. Todavía no tiene título así que le dejo uno provisional. Quiero que me deis vuestra sincera opinión, lo que esta mal y lo que este bien, si engancha o al contrario, aburre. Os estaría muy agradecida. ¡Gracias!

♦♦♦

DÍA I
Otro día en esta especie de cárcel. Otro día más. Por lo menos mis días no son monótonos como les sucede a mis compañeros. Supongo que es normal ver a ese hombre que está sentado frente a mi vestido como si estuviera en un baile de tiempos victorianos. Ya me he acostumbrado. De hecho ver a un hombre de otro tiempo es algo ya normal en mi rutina. Pero escribir un diario es algo relativamente nuevo. Hace unos días que la psicóloga del centro, es mujer bajita e hiperactiva que habla más que sus pacientes, me regalo un bonito cuaderno. No me atrevía a coger un boli y a escribir lo que me sucedía. Ella me dijo que era lo mejor. Que de esa manera, quizás un día de tanto escribirlo al final todo fuese una historia escrita en un papel. 
El hombre se acaba de levantar y parece estar hablando con alguien. Te informaré de cada movimiento que haga. Hay días que es interesante observar lo que me rodea. A veces ni siquiera veo estas paredes tan grises y tristes.
Cuando llegué me tiraba días llorando y gritando a los hombres y mujeres (e incluso he llegado a ver robots del futuro) que se paseaban por los lugares en los que yo estaba dentro del complejo del centro. Esos eran los días en los que no comprendía el porqué de que me internaran en aquel centro y que mis padres fueran capaces de dejarme en manos de desconocidos y así deshacerse de mí y de los problemas que debía causarles. No me gustaba ver aquello, no era esquizofrénica. Era un caso extraño. Ningún médico sabía lo que me sucedía, de hecho recuerdo a uno que tuvo la indecencia de hacer una broma con mi ‘don’ y dijo que tenía pinta de ser un suceso paranormal. Recuerdo a mi madre llamándolo imbécil y otros improperios que una niña de ocho años no debería oír. La guinda del pastel fue cuando dejó caer que una niña de ocho años podía inventarse aquello perfectamente. Era un cerdo y se ganó el sonoro tortazo que le dio mi madre. Hoy sigo preguntándome si mi madre lo hizo porque me quería o porque no habría podido soportar que su hija se hubiese inventado aquello. Mis padres querían una hija perfecta. Lástima que la naturaleza les otorgará una niña que veía el pasado y el futuro.
Ha aparecido una mujer. Debe ser ese alguien con el que hablaba hace unos segundos el hombre. La mujer le sonríe coquetamente. El hombre le ofrece su brazo y ella se sujeta a él. Se marchan hacia la puerta y, cómo muchas veces en otras escenas, no veo adónde van ni lo que van a hacer pero se de inmediato lo que les depara el destino. Trago y prefiero no pensar en el hombre que les aguardará al final del pasillo de un castillo en el que yo nunca he estado y que sin embargo y gracias a ellos, conozco.
Pasado un tiempo empecé a darme por vencida, comprendí que gritar no servía para nada. Empecé a socializar con otros jóvenes que habían terminado aquí por problemas muy diversos. Este no es un centro especial para locos. No. Era un centro que recoge de las familias a esas ‘ovejas negras’. Esos niños con problemas de comportamiento o de conducta, o que simplemente no querían porque decían que estaban locos. Es cómo un orfanato pero en el cuál los muchachos mostramos claramente ciertos defectos. 
Ahora no me desagrada estar aquí. La gente que nos cuida no nos muestra demasiado aprecio pero la amistad que nos une a varios es algo que no me gustaría perder. Sin embargo hay momentos, en los que mi ‘defecto’ es pleno, en los que no soy capaz de distinguir la realidad de la realidad ya pasada o aún por suceder. A veces hablo con alguien y de repente ese alguien se transforma en otra persona ya muerta o todavía no nacida y en una ocasión tuvieron que sujetarme porque estuve a punto de tirarle piedras. En aquella ocasión yo veía a un asesino del siglo XIX o de un tiempo parecido. 

La luna hoy está muy bonita. Me he asomado a la ventana y he visto algo maravilloso. Estoy segura de que es parte del futuro. Son plataformas que flotan en el aire y encima de ellas la gente baila con atuendos de cuero. Una fiesta del futuro. La verdad es que nunca he entendido el significado de muchas de estas escenas y sólo a veces se los finales de los protagonistas si son pocos. Unas veces son escenas tristes, otras crueles y otras tan bonitas como aquella. Me gusta escribir mientras miro la escena aunque esté haciéndolo de pie.

Pero cómo en muchas la magia que vi en ese momento se rompió. Un fuerte golpe hizo que el baile cesase y los invitados explotasen en el aire. Chillé muy fuerte y me lleve las manos a la boca. En el suelo del césped vi los trozos de las plataformas fragmentados y entre ellos los cadáveres. Realmente parecía real. Note que me sujetaban de los brazos y me sentaban en la cama. Un enfermero y la médica del centro me debieron de dar unos tranquilizantes. Ellos no preguntaron nada. Una hora después cuando ya me encontraba calmada la psicóloga apareció por la puerta.
—¿Otro asesino, Sofía? —incluso ella parecía tan calmada cómo yo.
—No. —respondí. Con ella y el personal del centro solía hablar lo justo y necesario.
Sabía lo que veían al mirarme. Una chica cuyo defecto era la locura. Que inventaba escenas que seguramente nunca hubieran ocurrido o nunca fueran a ocurrir. Yo sabía que no era así. Lo sabía porque a los siete años había visto a mi amiga de la infancia caerse de la bici y romperse un brazo. A la semana siguiente se cayó y efectivamente se rompió el brazo.
—No debes chillar. No son reales. Eso nunca sucedió. —la psicóloga había pensado que lo que había visto era del pasado. La miré y negué. Se retractó—. Eso nunca sucederá. ¿Lo entiendes?
—Sí. —mi voz parecía la de un autómata. 
Vi en la pared un cuadro que no estaba hacía unos segundos ahí. No hace falta decir que evite mirarlo. Con el tiempo había conseguido hacer creer que estaba mejor que cuando llegue al centro. Sólo había que saber esconder lo que veía. Mirar sin mirar. No delatarme con los ojos. Salvo cuando era grave y me era imposible controlar mis reacciones. Como aquella noche.
La psicóloga se fue y no quiso saber nada más por el momento. Según ella debía descansar y así lograr otra perspectiva. Hace media hora que me ha dicho eso. Sigo despierta aunque el sueño está a punto de vencerme.

Inmortalidad de piedra

29 de julio de 2014

Los pasos del joven caminaban seguros y rítmicos por las cuevas. No corría pero su caminar parecía hacerlo volar. Daba la sensación de que no pesaba, de que era tan ligero como una pluma y es que, sin duda alguna, parecía haber recorrido aquellas cuevas más de una vez.

Vislumbro la luz de una linterna al fondo del túnel. Comenzó a correr y en pocos segundos llego al final de la cueva donde tres hombres y dos mujeres estaban cogiendo agua del cristalino lago cuyas aguas reposaban en aquellas grutas.

     ¡Deteneos! —gritó el joven.

Uno de los hombres se giró hacia él y lo apunto con la linterna. Los ojos del joven los miraban con la sabiduría de alguien muy viejo. El resto seguía agarrando los recipientes del agua.

     ¿Quién eres tu muchacho? —pregunto el mismo hombre que lo había enfocado. Llevaba una barba de varios días, marrón y enmarañada y unas marcadas ojeras en los ojos. Tendría alrededor de cuarenta años.

Proyecto Sims #1: Kashia Rosetti

30 de junio de 2014


Cómo bien he explicado en la página de esta sección es el proyecto que tengo entre manos para que la inspiración me pille trabajando y no espere a que venga porque en ese caso nunca la encontraré. No sé cómo saldrá la idea ni si es una tontería pero no estaría mal que leyeseis la página, me digáis que os parece y si os apetece me ayudéis. Y ahora os dejo el relato que he hecho a raíz del Sim que hice ayer. Aquí solo cuenta el Sim, no el fondo ya que es el primero, pero en otros contará también el fondo, es decir, en el lugar en el que se encuentre. Y ahora ya dejo d irme por las ramas.

♦♦♦

Todo estaba preparado, cada mesa, cada ventana, cada lugar del gran salón. Faltaban pocas horas para el baile y poco a poco, a modo de cuentagotas, los coches escupían lujosas damas y elegantes caballeros. Habían oído hablar de la anfitriona del baile. Cómo no oír grandezas sobre Kashia Rosetti. Todo estaba engalanado para celebrar el cumpleaños de la misteriosa dama. Se decía que muy pocos la habían visto y muchos menos conocido. Las lenguas decían que por allá donde pisara el mundo se arrodillaba a sus pies.

Si les hubiesen preguntado en una fiesta de una anfitriona que conociesen responderían que iban por la comida y sólo por ella, pero en esa ocasión todo era distinto. Iban sólo por la curiosidad de ver a la mujer escondida tras los rumores. Las damas para asegurarse que su belleza no era tanta y estudiar a aquella rival con aire de fantasma. Los hombres para admirarla y contemplar lo que ellos denominaban una mujer única, rica y hermosa. Una mujer que parecía tenerlo todo.

El reloj daba a golpes los minutos y la espera se hacía larga. La música resonaba con armonía por el enorme y lujoso salón. Algunas parejas bailaban bajo la luz de la gran lámpara de araña que colgaba del techo. Algunos comían todo tipo de aperitivos dispuestos en las largas y blancas mesas de los laterales del salón. Bebían un poco, manteniéndose con la mente clara para conocer a la mujer que estaban seguros aguardaba tras la puerta al final de las grandes escaleras que conducían a aquel lugar. Todos sin excepción charlaban sobre cómo podía ser ella.

Y la espera termino. Un alto y escuálido mayordomo abrió la gran puerta, oscura y llena de detalles que mostraban la riqueza de la mansión. Anunció a la mujer y cuando apareció, todos, hombres y mujeres, quedaron estupefactos porque los rumores no eran ciertos. La belleza no era tal, era mucha más, tenía una hermosura espectral.

El cabello pelirrojo se mezclaba con mechas negras y sus labios rojos hacían destacar su pálida piel. Y sus ojos, todos los contemplaban maravillados, hipnotizados y embelesados. Eran dorados, de un dorado brillante y rodeado por ojos definidos en negro. Su porte era de quien lo tiene todo. Sonreía con orgullo y miraba a sus invitados con aires de superioridad.

Si alguien se hubiera molestado en mirar a los lados hubiera advertido que todas las puertas estaban cerradas y custodiadas por pálidos guardias. También hubiera visto que no llevaban armas pero que miraban a la gente con la misma superioridad que su señora. La gran puerta se cerró y todo quedó a oscuras. La luz de la lámpara se apagó y todo quedo en silencio.

La sala comenzó a iluminarse con la tenue luz de las velas. Vieron a Kashia bajar lentamente por las escaleras acercándose a los invitados que la miraban hipnotizados. Los acariciaba como si fueran mascotas y se reía de ellos. Parecía disfrutar jugando con el deseo de aquellos humanos. Cuando veía a una mujer la empujaba levemente y le susurraba al oído animándola a revelarse contra sus maridos.

 Jugaba con los hombres con profundo desprecio. Todos estaban en un trance que les impedía querer escapar, ver más allá de los salvajes ojos de la dama. En un momento dado Kashia abrió la boca y sus perfectos y blancos dientes se transformaron en una hilera que era interrumpida por dos afilados caninos en la parte superior y en la parte inferior. Se acercó a un joven de piel bronceada y con sus manos le sujeto la cara clavandole sus uñas. Le hizo sangre y acto seguido inclino al joven hacia la derecha. Con una rapidez antinatural clavó sus dientes y absorbió cada gota de sangre de las venas del joven.

Todos parecieron salir de la hipnosis cuando cayó el cuerpo inerte del joven. Unos gritaron y otros corrieron. Kashia camino con parsimonia entre ellos, sin pestañear ante el caos. Fue tocando a varios con las manos manchadas de sangre. Algunos guardias los agarraron y se los llevaron. Muchas mujeres perfectas para ser transformadas para el servicio y algunos hombres para renovar la guardia. Los que quedaron, que eran más de la mitad, fueron saboreados por los guardias y los mejores ejemplares humanos fueron devorados por la hermosa vampiresa, Kashia Rosetti seguía siendo la mujer más misteriosa de la sociedad. Nadie supo jamás que ocurría en aquel salón en cada fiesta. Muchos entraban, nadie salía y a nadie le extrañaba. La ciudad estaba bajo el embrujo de Rosetti, del que parecía ser que nadie podía librarse.

Criatura de la Noche

29 de marzo de 2014

Cómo finas agujas de cristal el frío penetra en mi piel. Caigo, caigo hacia una profunda oscuridad. No recuerdo, simplemente existo. Tengo frío, mucho frío y sin embargo tengo la sensación de qué no siento. ¿Qué me ocurre? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién fui? Demasiadas preguntas y no encuentro ganas de buscar en mi mente respuestas. Todo está en silencio, un silencio oscuro que me inspira terror. Quiero gritar pero no tengo voz, quiero llorar pero no me quedan lágrimas, quiero moverme pero mis músculos no responden.

Quiero volver a casa. Ese pensamiento me golpea, me golpea porqué quiero ir a un lugar qué ni siquiera recuerdo. ¿Mi hogar? ¿Cuál es mi hogar? Quiero volver a casa. Ese deseo cada vez es más intenso y sin embargo, a pesar de que no debe ser malo, lucho contra él. No quieres volver a casa. Escucho una voz en mi interior. Grave, negra y tenebrosa. Es mi propia voz, más algo ha cambiado en ella. No sé cómo era antes pero sé qué esa no es la misma voz. Es como si… es cómo si mi pensamiento y mi verdadera voz fuesen dos entes distintos. Elige tu camino, elige tu destino, pero no elijas a la gente qué amas, amar significa tener algo qué perder. Elige con la cabeza, no elijas con el corazón, y recuerda, ten cuidado con el cazador.

Los Irtianos

19 de marzo de 2014

Os dejo entre examen y examen un pequeño relato que a lo mejor algún día uso para alguna historia más larga. Os dejo que opinéis si os gusta o no. En cuanto pueda escribiré relatos más largos ya que no tengo casi tiempo y la inspiración con concuerda bien con tanto estrés.
♦♦♦♦♦♦

Nadie hubiera imaginado jamás el nuevo mundo, nadie jamás hubiera buscado un rastro de luz en una época oscura, en la que el cielo lloraba sangre y la tierra repudiaba a sus hijos. El precio por la destrucción fue un mundo de dolor y pérdida. Nadie hubiera predicho qué cómo Ave Fénix el ser humano renacería de sus cenizas. Una nueva oportunidad pero lejos de aquella Tierra que habitaron hasta exprimir cada gota de su vitalidad. Los supervivientes de los últimos alientos del planeta por deshacerse de la peste humana tomaron rumbo a otro lugar de la galaxia, vencieron la partida y buscaron un nuevo hogar qué habitar. Los humanos parecían haberse redimido, parecían haber escarmentado, pero el peligro qué conllevaban, que siempre habían conllevado, les había llevado a estar solos, a no descubrir nunca si había vida más allá de su planeta. La avaricia y el egoísmo, tan presentes en la historia humana siempre echaron para atrás al resto del universo. Todos veían a los humanos cómo la criatura más bipolar existente. Nunca quisieron saber nada de ellos. Una vez destruida la Tierra partieron con la esperanza de encontrar un lugar al qué poder llamar hogar. En la Tierra abusaron, abusaron creyendo que nunca se quedarían sin casa y por ello ya sólo quedaban unos miles de humanos metidos en una nave enorme que había sido construida siglos atrás para una situación cómo aquella, humanos que predijeron su destino y no fueron capaces de cambiarlo. Sólo tenían un número fijo de combustible pero tenían tres planetas posibles que recorrer buscando un hábitat con lo suficiente para establecerse. Si ninguno de los tres se adecuaba a la vida humana estarían perdidos, perdidos para siempre.
Nunca nadie había estado tan solo, tan abandonado, tan menospreciado, tan arrepentido, tan sumamente dolorido. Parecía que los años habían fortalecido a esta raza, qué el dolor había esculpido en sus rostros una palidez mortal y en su corazón la humildad y sensatez qué siempre había necesitado.

Pasaron meses vagando por el espacio, perdieron la cuenta de los días, perdieron la cuenta de su vida y perdían cada día combustible. Recorrieron los dos primeros planetas y ninguno de ellos era suficiente. Siempre faltaba algo, nunca estaban todos los requisitos necesarios. Algunos días morían humanos, morían de pena o de enfermedad, más morían y cada vez eran menos. Era uno de los principales problemas, extinguirse antes de poder comprobar el tercer y último planeta en cuyo suelo y atmósfera habían depositado su esperanza. Más que nunca veían sus errores y como buenos historiadores los escribían en un libro, en él también escribieron toda la historia humana, desde los primeros pasos prehistóricos hasta el día en el que tuvieron qué partir. Todos comentaban los datos y uno escribía. Tardaron mucho en tener todo escrito, tanto cómo duró la travesía.

Cuando llegaron al tercer planeta, sin más esperanzas en todo el universo, algunos salieron sin protección al planeta y otros decidieron albergar alguna esperanza pero no en ese instante y por ello se vistieron con trajes espaciales. Vagaron por el terreno, midieron, observaron, calcularon y buscaron agua y recursos básicos tal cómo tierra fértil para las semillas qué llevaban. Tardaron más de un mes, más que en los otros planetas. Al final aquel planeta era compatible con ellos, era casi cómo la Tierra y les quedaba mucho por descubrir. Al que denominaron el Guardián del libro le ordenaron escribir el trayecto de la nave, los días en los que la esperanza se perdía y la llegada a aquel planeta al que llamaron Irtia, sin significado ni sentido, sólo una palabra lista para anidar en sus corazones cómo un sentimiento, cómo un palpito, como el hogar que esperaban crear en ella.

Escondieron el libro en un lugar desconocido de qué solo sabría el Guardián y sus descendientes, así lo decidieron por unanimidad y empezaron de cero. Abandonaron la nave y la dejaron sufrir los años y cubrirse de enredaderas para recordar qué algo había ocurrido. Creyeron qué olvidando serían la raza que debieran ser, una raza humana y fraternal. Una raza pacífica. Pero algo se torció, entre los humanos aparecieron algunos con características que podrían denominar sobrenaturales, lo más probable es que la radiación de los dos soles qué iluminaban aquel sistema hubiera provocado aquellos cambios en determinados individuos. Fueron marginados y temidos, los humanos creyeron qué eran un peligro para el planeta. Todo esto ocurrió lentamente durante los primeros siglos de la redención humana, por un tiempo se creyó qué los humanos habían logrado cambiar, pero cómo bien el universo pensaba los humanos, primitivos y testarudos, tendrían qué dejar de verse superiores para poder cambiar y tristemente no habían logrado toda la humildad necesaria.

Los humanos sobrenaturales constituyeron una nueva raza, los irtianos, mientras que el resto se siguió denominando terrestres. Ellos creían qué debían denominarse como su planeta de origen y por ello habían marcado a los extraños que un día fueron sus hermanos, madres, hijos, etc., como si hubieran sido creados por el nuevo planeta. Repudiados de su raza decidieron buscarse su propio territorio. Se refugiaron en los polos, en los lugares, que al igual que la Tierra, eran los más fríos. Sus nuevas capacidades les permitían no congelarse, el nuevo metabolismo de su cuerpo también contribuía a ello. Así y durante siglos los humanos y los irtianos no convivieron sino que vivieron separados. Antiguos hermanos de sangre ahora se defendían del otro, los humanos con repugnancia, los irtianos sintiéndose abandonados y más tarde el sentimiento del odio germino tanto en sus corazones que ya nunca vieron esperanza ni deseo de volver a considerarse humanos. Al igual que el universo ellos habían aprendido qué su raza hermana tenía más oscuridad que luz, que era demasiado avariciosa y orgullosa cómo para ver a su propia familia y mucho menos a sus hermanos de raza.


Mientras los humanos volvían a caer en absurdas guerras, en sistemas de reyes y soldados, los irtianos fueron un pueblo unido, sin guerras, bueno, sin guerras de armas, sólo guerras de palabras. Nunca atacarían a los humanos pero si estos se atrevían a envalentonarse y tenían qué pararles los pies, la batalla estaría probablemente del lado irtiano. ¿Cuánto duraría la paz entre los dos pueblos? ¿Algún día desaparecería el odio? El futuro era incierto y el destino de las dos razas dependía de un hilo.

Querido diario

7 de enero de 2014

Quizá fue el destino o quizá fue una fatal casualidad pero aquella mañana de verano la catástrofe se cernió sobre miles de familias, y entre ellas, la mía.

Vivíamos muy lejos del hogar que hoy comparto con mi entristecida madre. Somos las únicas que quedamos. Recordamos a la perfección aquel tiempo, aquel momento en el que la guerra, después de titubeos, estalló. Mi padre y mi tío fueron llamados a filas por la patria. Me sobra decir que jamás volvieron, que su recuerdo sólo vive en nosotras y que el resto se perdió entre los muertos.

Y aquí estoy yo, hablando con sinceridad de lo ocurrido. Hablando de la guerra que te arrebata lo que tienes y te hiere cómo si un castigo te infringiese por algún delito que no sabes qué has cometido. Escribo lo qué siento, y yo siento lo que escribo. Tristes palabras para ti, querido diario, pero no me atrevo a decir mis miedos en voz alta por si los sucesos se repitieran, cómo si hubiese una maldición tras lo escrito.

Así se sucedieron los meses y al morir mi abuelo, ya enfermo antes de la guerra, mi madre, mis hermanas pequeñas y yo nos alejamos del corazón de la tormenta.

El hambre y la enfermedad asoló la tierra en la que nos instalamos, así cómo todos los lugares heridos por la guerra. Mis hermanas enfermaron y no pudieron ser curadas por falta de asistencia médica. Murieron gritando y sus gritos volvieron a mi madre loca y enferma de miedo y dolor.

Mi meta, ahora qué la guerra terminó es llegar a ser médica para curar el corazón roto de mi madre e impedir que las familias caigan en la crueldad de la enfermedad y pierdan a sus familiares por causas antinaturales.

Me llamo Laia y hoy han pasado dos años desde qué finalizó la guerra. Querido diario, tú y mi madre, sois lo único qué me queda. No permitiré que me arrebaten vuestra presencia.